Enero es el mes por excelencia de los buenos propósitos, principalmente el que se refiere
a la salud, que tras las fiestas navideñas tiene un objetivo común: recuperar la forma
física.
Las comidas con familiares, amigos, compañeros de trabajo son por lo general copiosas y
reiterativas, acompañadas de un exceso de bebidas alcohólicas. Todo esto tiene una
incidencia directa en nuestro bienestar, especialmente en la salud cardiovascular. Pero
existe otro factor importante al que hasta ahora no se le prestaba mucha atención: el
estrés emocional.
Un estudio realizado por la Universidad de Duke (Estados Unidos) indica que las muertes
por fallo cardíaco en navidades se disparan un 8%. Otro estudio del Centro Médico ABC en
España, las sitúa entre un 10% y un 15%. En concreto, el día de Navidad, el 25 de
diciembre, es el que registra más fallecimientos por esta causa en todo el año, seguido del
26 de diciembre y del 1 de enero. Esto lo achacan básicamente a que en estas fechas se
come y se bebe más y de manera desordenada. Lo más oportuno es que, una vez
concluidas las fiestas, se extreme el comer alimentos sanos, eliminando los procesados y
siguiendo las recomendaciones de la dieta mediterránea (consumo de frutas, verduras,
legumbres, frutos secos, aceite de oliva).
Si se ha engordado algunos kilos, sería conveniente ponerse en manos de un especialista
en nutrición para encontrar la mejor dieta según las características de cada persona.
Tomando en cuenta, que un régimen alimenticio que funciona para una persona puede no
valer para otra.
El estrés emocional
Otra de las razones por las que las navidades causan problemas cardiovasculares se debe
al estrés emocional que se vive a lo largo de estas fechas. Reunirse con familiares y amigos
que no se veían en mucho tiempo puede crear situaciones de alta sensibilidad emocional.
Y, al contrario, reunirse con familiares o amigos con los que uno no se lleve bien puede
originar incidentes y discusiones desagradables.
A esto y, aunque parezca increíble se le suma la decisión y el tiempo empleado para la
compra de regalos que, muchas veces supone angustia por no saber qué elegir, además de
un gasto considerable.
Las aglomeraciones para realizar ciertas compras, el quedar bien en los eventos sociales
son otros aspectos que también influyen en el estrés emocional. De ahí que, en enero las
depresiones aumenten e incluso, el 13 de este mes, se celebre el Día Mundial de la Lucha
Contra la Depresión.
Varios estudios equiparan la depresión con la obesidad y el colesterol elevado. Hasta el
15% de las muertes en los hombres pueden ser achacadas a este motivo. Ahí entra en
juego la fuerza de voluntad de cada uno para tratar de empezar una dieta equilibrada,
caminar y realizar alguna práctica deportiva, etc. pues son factores clave para recuperar y
mantenernos en buena forma física y mental todo el año. Aún así, si se necesitase,
siempre podremos acudir a un médico nutricionista para recobrar el equilibrio emocional
o incluso a un especialista en salud mental, si fuese necesario.
Estos dos aspectos, el nutritivo y el emocional, son básicos para recuperarnos y empezar
el año con la mejor energía y disposición.
¡Que no se quede sólo en los buenos propósitos!