El empresario tecnológico Elon Musk ha anunciado un hito significativo para su empresa Neuralink: la exitosa implantación de uno de sus chips cerebrales inalámbricos en un ser humano. Según Musk, los primeros resultados son prometedores, ya que se detectaron picos neuronales y el paciente está recuperándose satisfactoriamente.
Neuralink, fundada con el objetivo de conectar cerebros humanos a computadoras para tratar afecciones neurológicas complejas, ha superado los desafíos regulatorios y ha obtenido la autorización de la FDA para realizar pruebas en seres humanos.
El estudio, de seis años de duración, utiliza un robot para insertar quirúrgicamente 64 hilos flexibles, más delgados que un cabello humano, en una región cerebral que controla la «intención de movimiento». Estos hilos permiten que el implante, alimentado por una batería recargable de forma inalámbrica, registre y transmita señales cerebrales a una aplicación que decodifica la intención de movimiento del usuario.
El primer producto de Neuralink, según Musk, se llamará «Telepathy» y permitirá controlar dispositivos electrónicos, como teléfonos y computadoras, mediante la actividad cerebral. Musk enfatiza que los primeros beneficiarios serán personas que hayan perdido la funcionalidad de sus extremidades, ofreciendo un medio de comunicación más rápido que las tecnologías actuales.
Aunque la participación de Musk ha llevado a Neuralink a la vanguardia, la empresa se enfrenta a la competencia de rivales con historiales que se remontan a décadas atrás. Blackrock Neurotech, con sede en Utah, y Precision Neuroscience, cofundada por un exmiembro de Neuralink, son ejemplos de empresas que también buscan avanzar en interfaces cerebro-computadora.
Este avance tecnológico podría tener un impacto significativo en la calidad de vida de personas con discapacidades y abrir nuevas posibilidades en la comunicación y el control de dispositivos electrónicos mediante la actividad cerebral.