La voz es el sonido producido por la vibración de las cuerdas vocales al acercarse entre sí, como consecuencia del paso de aire a través de la laringe. Se estima que un 5% de la población sufre algún trastorno del habla que requiere la atención de un especialista. Este recurso extremadamente valioso para el ser humano, es el medio de comunicación más utilizado, una herramienta de trabajo para numerosos profesionales y una forma de expresión estética ante los demás.
Si bien muchos trastornos de la voz pueden ser el resultado de un mal uso o exceso, otros pueden estar relacionados con una enfermedad, resultado de tumores en las cuerdas vocales, reflujo gastroesofágico, cáncer de cabeza o cuello, problemas neurológicos u otras causas. Asimismo, las mujeres sufren más complicaciones que la población masculina, por temas hormonales, uso de anticonceptivos, su laringe es más corta, etc., siendo el más frecuente la disfonía funcional. No obstante, toda persona que cuando desempeña una actividad laboral, ha de utilizar de forma irremediable el habla y la tiene como herramienta de trabajo, tiene riesgo de sobrecarga vocal y de contraer afecciones.
Factores de Riesgo
Ambientales:
- Grado de humedad
- Exceso de frío o calor.
- Ventilación
- Exposición a irritantes u otros contaminantes ambientales
- Ruido.
- Calidad acústica del entorno.
Organizativos:
- Sobrecarga de trabajo.
- Posibilidad de hacer pausas (tras 2 h de hablar o leer en voz alta aparecen signos laríngeos de cansancio. Se recomiendan descansos de 30 a 45 minutos).
- Falta de formación en el uso de la voz y en la prevención de trastornos de la voz.
Personales:
- De constitución física y de salud
- Hábitos tóxicos (humo, tabaco, alcohol).
- Alimentación.
- Medicamentos.
- Estrés.
Por otra parte, los efectos sobre la salud, son todos aquellos estados en los que se advierta una modificación acústica de la voz, provocando la alteración de las cualidades básicas de la misma, A estas alteraciones se les denomina disfonías. Mientras que aquellos casos donde aparece una ausencia total de la voz, se le llama afonía.
En las personas que usan su voz como herramienta de trabajo, y presentan una disfonía que no desaparece con el descanso, obliga a descartar algún tipo de lesión laríngea. Como forma de presentación más conocida se encuentran los nódulos, pólipos y edemas. Los nódulos son un abultamiento de los tejidos del pliegue vocal. Los pólipos pueden tener distintas formas y pueden hallarse en una o en ambas cuerdas vocales, pueden tener la apariencia de una inflamación similar al nódulo, o de una lesión parecida a una ampolla.
Síntomas de alerta
- Carraspeo.
- Necesidad de aclarar la voz /toser.
- Secreciones abundantes.
- Sensación de cuerpo extraño en la garganta o de hormigueo.
- Sientes que la voz no sale o de que se debe hacer un esfuerzo.
- Falta de control de la intensidad o del tono de la voz.
- Dolor y tensión en el cuello.
- Pinchazos en la zona anterior o lateral del cuello.
- Fatiga muy rápida al hablar o debilidad de la voz.
- Ronquera.
- Dificultad para mantener la voz al finalizar la jornada.
- Complicaciones para ser entendido.
La laringitis es uno de los trastornos más frecuentes, se trata de la inflamación de las cuerdas vocales, que generalmente tiene su origen en una infección viral de las vías aéreas altas. Por otra parte, debemos citar la posibilidad de la existencia del cáncer de laringe, una enfermedad muy seria que afecta directamente las cuerdas vocales, en ese punto, la voz sufre un cambio en el tono, que se vuelve ronca y áspera. Otros signos son dificultad al tragar y respirar, dolor de oído o la presencia de un bulto en el cuello.
Otra patología frecuente es el reflujo de ácido del estómago en la garganta, que puede dar lugar a diversos síntomas, como ronquera, problemas al tragar y dolor. Otros trastornos son las lesiones de las cuerdas vocales, que junto con el abuso y mal uso de la voz pueden dar lugar a tumoraciones benignas.
Medidas para cuidar la voz
- Beber entre seis y ocho vasos de agua al día.
- No fumar.
- No abusar o hacer mal uso.
- No aclararse la garganta a menudo.
- Dormir lo suficiente.
*Recuerda, los síntomas suelen aparecer de manera bastante precoz, el diagnóstico temprano determina la eficacia del tratamiento de los trastornos. Si crees que tienes un problema en la voz, acude a un especialista, como un otorrinolaringólogo (facultativo en oídos, nariz y garganta) o un patólogo del habla y el lenguaje.-