La lactancia materna es el proceso por el cual una madre alimenta a su hijo recién nacido a través de la leche que segrega justo después del parto. Este debe ser el principal alimento del bebé hasta, al menos, los seis meses.
Con la firma de la Declaración de Innocenti suscrita por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), desde el 1 hasta el 7 de agosto se conmemora la semana Mundial de la Lactancia Materna con el propósito de proteger, promover y apoyar la lactancia materna en todo el mundo.
La leche materna, es el mejor y único alimento que una madre puede ofrecer a su hijo o hija tan pronto nace, porque proporciona los nutrientes necesarios para lograr un crecimiento y desarrollo adecuado, es decir contiene todos los nutrientes perfectos en calidad y cantidad, que son de fácil digestión y absorción, porque son específicos para la especie humana. Además la leche materna contiene anticuerpos que protegen contra las infecciones.
La lactancia materna, establece el vínculo madre-hijo/a, el cual constituye una experiencia especial, singular e intensa; también protege la salud de la madre, aporta a la economía del hogar y a la protección del medio ambiente, por cuanto no se invierte dinero en la compra de leches artificiales infantiles, biberones, combustible y tiempo para la preparación.
Además se reducen los gastos en salud por hospitalización y compra de medicamentos porque los bebés se enferman menos. La leche materna no requiere de grandes industrias que generan desechos y contaminan el ambiente, por eso la lactancia materna protege el planeta.
La lactancia materna es un derecho fundamental, universal, imprescriptible e inalienable de niñas, niños y mujeres. Si bien el Estado debe garantizar el derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, bajo el concepto de resignificación de los derechos humanos, en el caso de la lactancia materna se asume que es responsabilidad de todas las personas informarse, difundir y respetar este derecho a fin de que las y los infantes y sus madres puedan ejercerlo de manera plena y protegida.
En la República Dominicana este derecho está consagrado en el Código de Trabajo, estableciendo que durante el período de lactancia la trabajadora tiene derecho, en el lugar del trabajo, a tres descansos remunerados durante su jornada, de veinte minutos cada uno, como mínimo, con el objeto de amamantar al hijo. En consecuencia, el empleador tiene la obligación de otorgarle estos tres descansos a la madre durante todo el periodo de lactancia.
Las afiliadas del Régimen Contributivo del Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) son beneficiarias del Subsidio por Maternidad y Lactancia, es decir, del pago en dinero que se otorga a la madre trabajadora afiliada, equivalente a tres (3) meses de salario cotizable, durante el periodo de descanso pre y post natal. No es un salario adicional, sino que la SISALRIL le reembolsa al empleador el valor del salario en ese periodo. Este subsidio, se comienza a recibir a partir de las 22 semanas de gestación.
¿Cómo se solicita los Subsidios por Maternidad y Lactancia? Entregar a su empresa: Copia de cédula. Acta de nacimiento del bebé. Licencia médica que dice el inicio y fin del periodo pre y post natal. Su empleador le entregará el “Formulario de Subsidios por Licencia Pre y Post Natal” para que el prestador de servicios de salud lo complete con los datos de la afiliada, firme y selle con su exequatur, luego su empleador completa la solicitud a través del SUIR.
¿Qué hacer en caso de el empleador negarse a realizar la solicitud del Subsidio por Lactancia? La madre afiliada puede realizar la solicitud directamente a la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL), y dar seguimiento a su solicitud hasta la emisión a través de la solicitud el Pago extraordinario del Subsidio por Lactancia.
Lactar es una decisión y elección libre de toda madre, la responsabilidad se centra en seguir educando para generar consciencia. Y recuerda, los beneficios de la lactancia materna tienen efectos a largo plazo, ya que asegura una buena salud para toda la vida del bebé.